viernes, 4 de abril de 2008

Vendí mi alma al diablo?


Recuerdo hace algunos años, 5 o 6 masomenos, en los cuales veía al mundo y tomaba conciencia de lo enfermo que estaba(el mundo, yo no, bueno yo también un poco), enfermo por innumerables razones las cuales no me voy a poner a enumerar aquí ya que posiblemente moriría encima de mi PC y no terminaría nunca de escribir este post.
En ese mundo enfermo andaba yo cuestionandome a cerca de las religiones y dios(nótese la d minúscula), me era imposible encontrar alguna religión con la cual me sintiera al menos escuetamente identificado, sólo pensaba en leer los escritos de todos los profetas que han aparecido para ver a cual le creía o cual me convencia(ninguno termino por convencerme), inocentemente pensaba que necesitaba de alguna religión para sentirme mejor(Falso).
En esa búsqueda de alguna religión que pudiese digerir, me encontré con el libro La Biblia Satánica de Anton LaVey (aclarando que no soy satánico) el cual trae párrafos interesantes y creo reflejan como es el mundo(por citar un mandamiento o declaración como le llaman ellos: "Satán representa la venganza, en lugar de ofrecer la otra mejilla!"), obviando claramente cualquier tipo de ritual que en lo personal me parece cosa de estúpidos que no tienen otra cosa mejor que hacer que perder el tiempo en cojudeces(casi como yo escribiendo en este blog).
Fue entonces que llegó el día en que se suscitaría la supuesta transacción, días antes una señora tía de un amigo mío(Lucho) nos había enseñado a petición nuestra a jugar la ouija, sí ese juego demoniaco el cual lo juegas y tu alma se irá sin remedio alguno a lo mas profundo de los infiernos, al menos eso nos dijo la señora; comenzamos a jugarlo y a hacer bromas, no sé realmente si alguien movía la copa o realmente había algun alma la cual estaba hechando broma junto a nosotros, el caso es que nosotros queríamos dinero, mucho dinero, fácil y rápido(vamos sólo teníamos 14 y 15 años), previamente le habíamos preguntado a la señora que pasaría si ese espíritu el cual parecía conocer con una sabiduría divina lo que nos había sucedido o sucedería podía darnos información a cerca de los números de una lotería millonaria en la que pretendíamos participar y ganar, la señora no sé si de broma o seriamente nos dijo que si hacíamos eso prácticamente estábamos vendiendo nuestra alma al diablo, el dinero que ganemos nos sería arrebatado rápidamente y moriríamos en algun horrible accidente.
Lucho y yo lo pensamos brevemente, y le dije: si es así al menos disfrutaremos del dinero antes de morir y luego al morir nos veremos en el infierno, un infierno lleno de fiestas, mujeres preciosas y diversion, ahí estaríamos los dos rodeados de una docena de chicas jugando en una mesa de billar y bebiendo algunos tragos. Pasado un rato le pedimos los números a esa supuesta alma o lo que haya sido(quizás se mezcló una parte de mi personalidad y conocimientos con la de él y se formó una clase de ente conocedor de nuestro pasado y futuro, bah pura mierda), en eso el alma o lo que fuere comenzó a darnos los números de la lotería los cuales apuntamos en un papel y confiados fuimos a comprar el boleto, supuestamente el boleto ganador que nos haría millonarios.
Llegó la hora de la lotería y el dictado de los números ganadores, emocionados esperabamos ver que sean los números de nuestro boleto, comenzaron a dictar los resultados y fuimos viendo que ninguno de los números que mencionaba el locutor se acercaba a los nuestros, terminado el sorteo no habíamos acertado ni un solo número.

Desilusionados pensábamos: fácil que este hijodeputa del diablo nos ha estafado, pero yo con una risa macabra pensé: pero no hemos firmado ningún papel.

No hay comentarios: